Hoy es publicado “Ciertos ruidos. Nuevas tribus urbanas chilenas”, de la veinteañera escritora Andrea Ocampo. El texto explica cada uno los grupos de moda que inundan estéticamente a los adolescentes, entregando una mirada social sobre el fenómeno que crece en Chile.
Francisca González, El Mercurio Online
Lunes 16 de Marzo de 2009 12:09
SANTIAGO.- Pokemones, flaites, visual y emos son algunos de los nombres que durante los últimos dos años resuenan en las calles capitalinas. Circulan como seres autóctonos del Eurocentro y, hasta hace un tiempo, del metro Salvador y los parques de Providencia. Su influencia como moda juvenil y, por ende, mercado, los llevó incluso a tener como espacio propio el popular programa "El diario de Eva".
Esta situación es ahora explorada en el libro de Andrea Ocampo "Ciertos ruidos. Nuevas tribus urbanas chilenas", que desde hoy es comercializado en las librerías. La publicación explica las características de cada uno de estos grupos, los que fueron investigados durante un año por la autora.
En las primeras páginas de "Ciertos ruidos..." la veinteañera escritora sintetiza la aparición y percepción social de estos grupos, introduciendo al lector en el relato que luego le mostrará los rasgos de cada uno de ellos.
"Chile se estremece con el rebrote continuo e inminente de las nuevas tribus urbanas. Las conoce de reojo, pero las detesta de frentón(...) Pokemones, visual-kei, oshares, lolitas, emos, peloláis y flaites ponen de relieve que es la estética – en su sentido cosmético, indumentario y reflexivo- la que da cuenta de una nueva lógica adolescente: un nuevo orden que invierte valores".
El discurso de la estética
Para Ocampo, las tribus de su libro se constituyen de adolescentes que tienen en común una estética determinada, carente de un discurso ideológico. Esto se opone a los grupos más antiguos, como los hiphoperos o los góticos, quienes si expresan ideas sobre su percepción de la sociedad.
"Las antiguas tribus están sustentadas con un discurso ideológico verbal, donde te dicen 'el mundo es oscuro' o 'las cosas deben cambiar'. Las tribus nuevas no, ellos no dan motivos de su comportamiento. Lo que los une es el tratamiento de la estética propia, cómo ven al grupo, el modo de disponer los accesorios y por eso mismo tienen sus diferencias, ciertas marcas que tienen un mensaje", afirma Ocampo a Emol.
La autora, que además de estudiar filosofía en la Universidad Católica trabaja como editora de la revista digital Indie.cl, afirma que no tuvo problemas para acceder a los adolescentes que participan de estos grupos, pues están acostumbrados al interés mediático que provocan.
El lanzamiento oficial del libro será el próximo 27 de marzo a las 21:00 horas, en La Berenjena, ubicada en Agustinas 676.
¿Y CÓMO ES CADA TRIBU URBANA?
Dentro de las características expuestas por Andrea Ocampo en su libro sobre los grupos juveniles, se pueden encontrar las siguientes descripciones:
Los Pokemones: "Grupo de chicos entre 11 y 21 años, aproximadamente, que tiene como mayor símil la mantención y manutención de una estética cuidada, que sólo es posible determinar en términos temporales, como un canon, pues es lo más propio de su modo de 'ensamblaje' y vestuario es el cambio y reapropiación de otros estilos...Su estilo es el no- estilo...el multiestilo devenido de una idea anticuada de collage más un playlist de Winamp en versión shuffle".
Las peloláis: "El origen de la palabra peloláis es desconocido. Todo ronda en torno a especulaciones. Que es un nombre degenerado desde jóvenes de barrios populares para reírse de las chicas cuicas. Que nace causa de un fotolog de un curso del colegio Villa María(...) De todos modos, a lo que nos referimos es a una chica de 13 a 20 años, de pelo liso natural (lais=liso), delgada, poseedora de una actitud reservada, temple altivo, de clase alta o media alta."
Los flaites: Así se les dice, ofensivamente, a los chicos más representativos de la cultura chilena. Los flaites son herederos de la historia chilena eclipsada en el roto chileno (...) Estos chicos, de entre 13 y 23 años aproximadamente, son asiduos a la cultura hiphop, a la música y estética trasandina de la cumbia villera y fanáticos acérrimos del tercero dialéctico de la juventud: el reggaetón".
Francisca González, EMOL.COM, 16 de Marzo del 2009.
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